TE
SOLTÉ LAS RIENDAS
Y sin dar tiempo al tiempo pero con miedo
Reparo
sorprendida que amar sí puedo
Corazonada
por dejarte libre para verte volar
Desacatando
mandatos sin estilos por soltar
Madurar
el momento ocioso que vivo conteniendo
Recuerdos
atemporales breves voy prescindiendo
Lapidando
el tiempo pasado pausado en un presente
Dejé que
irrumpa el vivir con actitud impaciente
Soltando
riendas con las que te mantenía sujetado
Atadura
en severo claustro reprimido y condenado
Estabas por sucumbir amor de sombras exigido
Que
crueldad la mía esconderte tan sobreprotegido
Transmutándose huidizo en veterano prevenido
Motivaste
que comprendiera el efímero trascendido
Al
evaluar la discreción establecida en tu actitud
Expresión
de salvaguardar reservada tu virtud
Corre amor, corre sin cobardía abriendo los brazos
Acertarás
cautivarte sin juzgar en tus nuevos pasos
Súbito
el corazón amante latió acelerado mensaje
Pórtico de libertad que se abrió con especial coraje
Corre
amor, corre ¡al fin! favorecido con alegría
Que
sea mucho el regocijo y noble tu hidalguía
Privilegiando
este cuerpo de mujer que te atesora
Probando
el elixir de la entrega sin más demora
Que
destino insólito te colocó a la vera del camino
Para
que naciente se encienda la luz del destino
En
un lugar notable de mi vida en el último tramo
Concedieras reconocer un: "te necesito porqué te amo"
©María
Cristina Garay Andrade©
Buenos Aires - Argentina